02 mayo 2007

La bicicleta amarilla (The Yellow Cab)


No te puedo invitar a conocer la ciudad en un deportivo de lujo, lo único que tengo es esta vieja bicicleta, pero pedalearé por los dos, y sus ruedas aguantarán.

Si te vienes a pasear conmigo, te enseñaré cosas que sólo se pueden ver desde aquí.

Entremos, despacito, en el mundo de los sueños.

Foto: El otro día me encontré con esta bicicleta chatarrosa... pero tan encantadora...

7 Comments:

Blogger Maryita said...

Encantada te acepto el paseo, sobre todo que comienzan las temperaturas agradables por Paris...
Un abrazo

jueves, mayo 03, 2007 3:18:00 a. m.  
Blogger GABU said...

Con tal de conocer esa encantadora ,mágica y embriagante ciudad,soy capaz de caminar de rodillas!jajajajaj

P.D.:Aunque si lo pienso mejor,esa bici,encaja perfecta entre tu sombra,París,los sueños y yo...;)

BESAZOOOOOOOOOOO

viernes, mayo 04, 2007 8:26:00 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Jiss me encanta la bici ^^ tiene el encanto de las cosas viejas y especiales, y encima amarilla! :D

Hay muchas cosas que se perderían entre la velocidad de un coche... yo me quedo con la bici :)

Un bexito

viernes, mayo 04, 2007 9:22:00 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo, si fuera ella, pedalearía para nunca llegar tarde a tu corazón...
te dejo aqui un poema de Santiago Azar que me encanta..

NOS AMAMOS EN UNA BICICLETA

Ayer tú y yo, en un solo beso para la vida,
en el amor que nos conoció a los quince años
y yo pedaleando para un nunca llegar tarde a tu corazón.
Fuimos nosotros los que inventamos el beso en una bicicleta,
la edad de las miradas con un cuaderno en la mano.
Fuimos nosotros, los que sin respirar, nos cansamos de viajar;
y ayer, sólo ayer, las calles dicen: Allí van, son ellos!,
pero fue tan rápido que pedazo a pedazo nos despedimos.
Tú y yo, querida, ahora quizás dónde, dónde volveríamos a rodar,
dónde volveríamos a comandar dos ruedas como a un barco,
dónde volveríamos a conquistar los mundos con un sueño.
Eso no m importa, porque en mi memoria tengo un niño despierto,
llevo a ese revoltoso quinceañero en los dedos del alma,
tengo aún, esos años diminutos como zapatos de liceano.
Entonces, será a las siete, te pasaré a buscar como cochero,
subirás en mi caballo veloz con rayos de aluminio,
dispuesta a saltar a la gloria al besar cada calle,
recostándote en cada parada para retomar las fuerzas.
Entonces, será a las siete, cuando llegue a tu casa,
salgas a recibirme como ansiosa de la nueva carrera.
Entonces, son las siete y recuerdo tu mano en la mía,
riendo del pedaleo en mañana y tarde,
cuando nos amamos en una bicicleta sobre la vida,
cuando se me vienen los quince felices años,
ahora que son más, sin bicicletas ni sueños.

*...PrInCeSa De Un PrInCiPe qUe NuNcA LleGa...*

viernes, mayo 04, 2007 11:22:00 p. m.  
Blogger tomatita said...

Mmmm, me gusta ese plan...me gusta que mires con otros ojos que no son siempre lo corriente.

Farolas con forma de corazón y bicicletas para una tarde de primavera...ojalá todos podamos serenar el espacio.

Un cálido saludo.

lunes, mayo 07, 2007 6:37:00 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

La bicicleta es mucho más cómoda para ir por la ciudad...

Me gusta este plan!!!

Un besoteee y mil gracias por visitarme.

Nos leemos!!

domingo, mayo 13, 2007 9:53:00 p. m.  
Blogger Persio said...

A mí siempre me pone muy contento el pedaleo. Nada como una bicicleta para darse un garbeo por el mundo.

lunes, junio 04, 2007 4:13:00 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home