Palabras contra paredes
Hay días en los que las palabras que intentas hacer llegar a otros oídos rebotan contra las paredes de la indiferencia, y vuelven dañadas, con contusiones. Así, lanzo “cariño” y vuelven, discutiendo, las supervivientes “riña”, dejando por el camino dos letras y un significado que podían haber cambiado el rumbo de la historia. Si digo “Amor”, sólo regresa “mar” en un oleaje inmenso y peligroso, dispuesto a engullir al pirata más intrépido que se cree capaz de llevar una nave a buen puerto, pobre idiota, una nave de papel. Un “te quiero” se convierte, al golpear contra la pared fría y dura de quien no quiere escuchar, en un “¿qué?” tajante de desdén y extrañeza, matando despacio todo el significado real de un verbo que, a menudo, se tergiversa.
No quiero hablar más contra las paredes, no quiero hacerle daño a mis propias palabras, que sólo pretenden traducir lo que tengo dentro.
No quiero que mis palabras se desentiendan, ni que nadie las transforme.
Cariño es cariño, y nadie debería cambiar este sentimiento.
3 Comments:
es triste q las personas no entiendan.. pr seguro q si te miran a los ojos sabran escucharte y entenderte... Y si no es así, quizás no son merecedores de esa clase de palabras.. besos y coge aire q todo pasa.. espero q mis palabras lleguen hasta a ti y entiendas q cuentas conmigo.. besos
.varias veces (más de las que debería) he deseado ser muda, y no sentir ese vacío, esa erratica traducción. desde hace un tiempo, dejé de decir, y empecé a mirar, a tocar, a sentir.
Besos, y animo.
Prends un macaron et un carré de chocolat et surtout ne te laisse pas abattre ! Un abrazo.
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