26 febrero 2008

Caracoles

- ¿Dices que volaste?

- Te lo juro. Noté cómo algo me agarraba y me desplazaba por el aire a velocidad de vértigo.

- ¿Serían extraterrestres?

- No lo sé, lo que sé es que en menos de dos segundos contemplé el suelo desde tanta altura que reconocí perfectamente la frontera que delimita la Zona Gris. Y qué velocidad…

- ¿Qué pasó después?

- Me bajó tan rápido que vi pasar toda mi vida en un instante, pero cuando creí que iba a estamparme, me depositó con suavidad en las Tierras Verdes. Todavía me mareo al recordarlo.

- Ya…

- ¿No me crees?

- Creo que eres un soñador, y que nos quedan todavía dos kilómetros para llegar al campo.

- Dos kilómetros… tardaremos años…

- (Creo que en lugar de comer lechuga, ha fumado hierba)

- (Creo que fue cosa de los Marcianos)

En una ocasión, estuve a punto de pisar un caracolito errante, extraviado en una calle muy transitada. Lo cogí con cuidado y lo deposité en un jardín.

Me pregunto qué pensaría aquél caracol en ese momento.